Cocinar carne puede ser un reto, pero aprender a hacerla bien es más fácil si sabes lo que no puedes hacer. Y es que evitar errores al cocinar carne puede marcar una gran diferencia en el resultado final.
Por ejemplo, a mucha gente le cuesta preparar unos filetes y que no estén secos y jugosos, ya que calientan demasiado la carne o la hacen a un fuego muy bajo durante mucho tiempo. Por ello, es complicado perfeccionar un plato si se siguen cometiendo errores de este tipo.
Por ello, es importante reconocerlos para obtener los mejores resultados y platos más sabrosos y jugosos. ¡Si quieres evitar caer en las mismas trampas que el resto de mortales no te puedes perder estos trucos que te resumimos a continuación!
Evita los errores al cocinar carne que todo el mundo hace
Aquí tienes algunos de los errores más comunes que todo el mundo comete al cocinar carne y cómo evitarlos.
Lo primero que debemos saber es usar la temperatura adecuada. Cada tipo de carne requiere una temperatura diferente, y es esencial seleccionar una para no pasarse en la cocción.
Además, cuando cocines distintos cortes del mismo tipo de carne, la temperatura óptima puede variar.
Algunos requerirán una temperatura alta, mientras que otros necesitarán una temperatura baja. A continuación, te dejamos una tabla con las temperaturas para cada tipo de carne.
Rangos ideales de temperatura y cocción para cada carne
Para cocinar diferentes tipos de carne, se recomiendan diferentes rangos de temperatura. La zona de peligro para los alimentos se encuentra entre 5°C y 65°C, y se recomienda cocinar los alimentos a temperaturas superiores a 65°C, suficiente para matar las bacterias y otros microorganismos dañinos.
Ten en cuenta que estos valores son aproximados y dependen de muchos factores como la potencia de la cocina, el tiempo y el grosor de la carne.
Carne de vacuno tipo ternera, buey y similar
- Cruda o poco hecha: entre 48 y 52°C.
- Medio hecha y rosada: entre 52 y 56°C.
- Media o normal: entre 56 y 64°C.
- Muy hecha o tostada: entre 65 y 71°C.
Cerdo
- Media: entre 62/63 y 68°C.
- Muy hecha o tostada: entre 71 y 77°C.
Pollo y pavo
- Muslo: entre 74 y 79°C
- Pechuga: entre 71 y 77°C
A modo de resumen:
- Carne de vacuno, cerdo, cordero y ternera: 71°C
- Aves (como pollo y pavo y su relleno): 74°C.
- Cortes enteros de vacuno, cerdo, cordero y ternera (como filetes y asados): 63°C y dejar reposar durante al menos 3 minutos.
Recuerda que éstas son las temperaturas mínimas de seguridad, y que algunos chefs, expertos y páginas web pueden recomendar temperaturas más altas. Prueba y usa la que mejor te conviene.
Utiliza un termómetro de carne para asegurarte que la carne se cocina a la temperatura adecuada. Esto evitará que se quede poco hecha o demasiado. Recuerda el tiempo y usa el termómetro colocándolo en el interior de la carne.
- Deja reposar la carne
No cocines directamente la carne fría recién sacada de la nevera, ya que puede provocar una cocción desigual al tener partes más frías y húmedas que otras. Lo ideal es que la carne repose durante un tiempo para que al hacerla en el fuego o en la parrilla se haga de forma homogénea.
Así, los jugos se redistribuyen y sabrá mejor la carne.
Deja la carne a temperatura ambiente durante 30 minutos antes de cocinarla. Otra opción para solucionar este problema, en especial, si no tienes tiempo es usar un microondas con la función de descongelar.
- No engrases la parrilla
Otro de los errores más comunes que se cometen a la hora de asar carne es engrasar la propia parrilla. No solo aumenta la cantidad de grasa de la carne, sino que dejará una capa o sabor en el exterior tipo carbonizado al quedarse costra pegada en la grasa.
Piensa que la grasa, los restos y residuos de comida pueden acumularse en la parrilla y contaminar de sabor futuros platos que vayas a cocinar.
De esta forma, dejará un sabor persistente en los futuros platos que cocines así.
La clave es limpiar la parrilla antes de usarla. Asegúrate de hacerlo siempre cada vez que termines de usarla. Para limpiarla, utiliza un cepillo para raspar los residuos y pasa un paño suave empapado en agua tibia y jabón.
Si no tienes tiempo, ni la quieres limpiar de forma muy profunda usa un cepillo de acero. Otra forma es coger varios tenedores agarrados a un trapo o una lija.
Por otro lado, asegúrate de que la carne está bien sazonada con aceite, una salsa, especias o condimentos picantes o normal. Esto ayudará a que la carne quede sabrosa y jugosa sin necesidad de engrasar la parrilla.
¿Cómo conseguir que la carne quede tierna?
Hay varias formas de cocinar la carne para que quede tierna. Por ejemplo, para el pollo utiliza zonas frescas como filetes o pechugas con grosor adecuado, marinar el pollo y evitar que quede seco con una salsa o salmuera.
El marinaje ayuda a que las carnes blandas queden más tiernas y jugosas. Pero la clave es un equilibrio entre el tiempo de cocción y la potencia de fuego.
Para evitar este problema, usa un termómetro y regula en función de la tabla anterior.
- No llenes demasiado la parrilla
Cuando se trata de asar, es importante no abarrotar el lugar de cocción tanto sea una parrilla como una sartén o el horno. La carne necesita espacio para hacerse, así se hace de forma uniforme y adecuada por todos lados.
Y no solo eso, evitarás que la carne se quede pegada entre sí o en la superficie. De esta forma, será más fácil darle la vuelta y que cada trozo te quede jugoso.
- No abuses de la salsa
Si utilizas salsa para condimentar la carne, no te excedas. Añadir demasiada salsa dará como resultado un aspecto demasiado dulce, pegajoso y poco apetitoso. En lugar de eso, asegúrate de añadir lo justo. Una buena regla general es rociar la parrilla con la salsa en lugar de untarla por toda la carne.
Siguiendo estos consejos y evitando estos errores que son más comunes de lo que piensas, cocinarás la carne de forma eficaz y te asegurarás de que tus platos queden sabrosos y perfectamente cocinados.
Con estas recomendaciones acabamos este artículo y os invitamos a consultar nuestro blog gourmet donde podéis encontrar toda clase de noticias y artículos gastronómicos.
