Tipos de sartenes: acero, cerámica, aluminio o titanio. ¿Cuál es mejor?

¿Estás cansado de sartenes donde la comida se pega, se deforman al calentar o no distribuyen bien el calor? ¿Quieres invertir en una sartén duradera y eficiente pero desconoces las diferencias de cada material y dudas entre aluminio, hierro y acero inoxidable? No te preocupes, hemos preparado esta guía con todo lo que necesitas saber sobre los tipos de sartenes para que escojas la que mejor se adapta a tus necesidades.

Elegir un tipo de sartén según el material y la cocina que tengas

Con tantas opciones en el mercado, puede resultar difícil decidir cuál es la mejor para cocinar tus platos favoritos. Cada material tiene sus ventajas y desventajas, y la elección dependerá de tus necesidades en la cocina. Además, debes tener en cuenta el tipo de cocina que tengas.

No es lo mismo cocinar con gas, que en una vitrocerámica o en una cocina de inducción. Elegir el material adecuado según tu cocina te permitirá alargar la vida de tus sartenes, conseguir mejores resultados en tus recetas y disfrutar de mejor sabor y experiencia. 

Por todo ello, hemos preparado una tabla con lo básico para empezar, para ampliar con detalle después con todo lo que necesitas. Vamos a comenzar por los tipos de materiales.

  • Aluminio: Ligero, económico y excelente conductor del calor.
  • Hierro: Duradero, retiene el calor y aporta hierro a los alimentos.
  • Acero inoxidable: Resistente, versátil y fácil de limpiar.
  • Cerámica: Antiadherente y saludable.

Comparativa de sartenes por material

Característica Aluminio Hierro Fundido Acero Inoxidable Cerámico
Peso Ligero Pesado Medio Ligero
Distribución del calor Buena Media Baja (sin núcleo de aluminio/cobre) Media
Retención del calor Baja Alta Media Media
Durabilidad Baja Alta Muy alta Media
Facilidad de limpieza Alta (si tiene revestimiento) Media Alta Alta. El problema viene de usar un estropajo duro que puede dañar su película cerámica
Mantenimiento Bajo Alto Bajo Bajo
Antiadherente natural No Sí (si está bien curada) No
Precio Bajo Medio Alto Medio
Compatible con inducción No siempre es así. Mejor consultar la sartén. No siempre es la ideal
Compatible con gas
Compatible con vitrocerámica

¿Qué sartén es mejor según el tipo de cocina?

Tipo de cocina Mejor opción
Inducción Acero inoxidable o hierro fundido
Gas Cualquiera, pero hierro fundido y acero inoxidable funcionan mejor a altas temperaturas
Vitrocerámica Todas funcionan bien, pero la cerámica y el acero inoxidable suelen ser las más recomendadas

A continuación, os detallamos todas las propiedades de cada material para que escojas la que necesites. Comenzamos por el aluminio.

Sartenes de aluminio: beneficios y contras

Este tipo de sartenes son conocidas por su ligereza y excelente conductividad térmica, lo que permite un calentamiento rápido y uniforme.

Son ideales para cocciones rápidas y alimentos que no requieren altas temperaturas.

Sin embargo, el aluminio es un material blando que puede deformarse con facilidad y reaccionar con alimentos ácidos, alterando su sabor. Además, algunas sartenes no cuentan con revestimiento antiadherente por lo que tienden a pegar los alimentos.

Esto es un problema si te gustan hacer tortillas a menudo, freír patatas y hacer platos que requieran frituras.

Entre sus ventajas destacan: 

  • Ligereza y fácil manejo.
  • Excelente conductividad térmica.
  • Son baratas.

Desventajas:

  • Baja resistencia a la deformación.
  • Posible reacción con alimentos ácidos.
  • Se pueden pegar si no tienen revestimiento y no se debe abusar para freír o hacer frituras.

Sartenes de hierro: las clásicas de toda la vida 

Rara es la cocina que no tenga una sartén de hierro como la que tenían nuestros abuelos y abuelas. Esto se debe a que duran mucho y tienen una muy buena capacidad para alcanzar altas temperaturas, lo que las hace ideales para freír y llegar al punto de humo de muchos aceites como el girasol o el AOVE.

Además, también sirven para cocinar y sellar carnes, así como obtener una cocción uniforme. El problema es que requieren un cuidado especial para evitar la oxidación y el pegado de los alimentos. Sus puntos positivos son:

  • Alta durabilidad y resistencia.
  • Excelente retención del calor.

Por supuesto, debes tener en cuenta que no todo es bueno:

  • Son las que más pesan. Aunque parezca que 200 o 300 gramos sean poco peso, sí lo es cuando las usas todos los días.
  • Requiere un mantenimiento regular y limpieza exhaustiva para quitar el hierro y la grasa.
  • Es susceptible a la oxidación.

Sartenes de acero inoxidable: versatilidad y resistencia con menor conductividad

Las de acero inoxidable son conocidas por su versatilidad, resistencia a la corrosión y facilidad de limpieza. Son las favoritas de mucha gente ya que tienen una amplia variedad de preparaciones y no reaccionan con los alimentos.

No obstante, no son perfectas ya que no sirven para todas las cocinas y calientan menos. Esto se debe a que el acero tiene una menor conductividad térmica que el aluminio y el hierro, lo que puede generar un calentamiento menos uniforme. Esto se nota a la hora de hacer filetes, carnes y hamburguesas.

Igual no lo notas mucho, pero créenos no calientan tanto como otros materiales.

Sus puntos positivos son:

  • Alta resistencia a la corrosión y durabilidad.
  • Fácil limpieza y mantenimiento.
  • Versatilidad para diferentes tipos de cocción.

Sus puntos negativos:

  • Menor conductividad térmica.
  • Mayor precio en comparación con el aluminio. De hecho, son de las más caras junto a las cerámicas.
  • Los alimentos pueden a llegar pegarse si no utilizas suficiente aceite.

Sartenes cerámicas 

Este tipo de sartenes destacan por su revestimiento antiadherente a base de minerales, libre de PFOA y PTFE, sustancias químicas presentes en algunos revestimientos antiadherentes tradicionales. Esto las convierte en una opción segura para cocinar, ya que no liberan sustancias tóxicas al calentarse.

Las sartenes cerámicas son ideales para cocinar alimentos delicados como huevos, pescado y verduras, ya que su antiadherencia permite cocinarlos con poco aceite. 

El problema es que duran menos, son más sensibles a la hora de limpiar ya que los estropajos pueden dañar su película protectora y acortar su vida. Por este motivo, debes tener en cuenta que sus ventajas son

  • Revestimiento: están libres de sustancias tóxicas.
  • No se pegan y las puedes usar con menos aceite.
  • Fácil limpieza: los alimentos no se pegan y se limpian con facilidad. Eso sí, se dañan más fácilmente.
  • Versatilidad: sirven para todo tipo de cocción y cocina. Eso sí, ten cuidado si las usas con gas ya que calienta más y puedes dañarlas si las pones al máximo durante mucho tiempo.

Por otro lado, sus desventajas son:

  • Duran menos: su revestimiento cerámico puede deteriorarse con el tiempo.
  • Cuestan más que las de aluminio e hierro.
  • Son sensibles a los cambios bruscos de temperatura: Pueden agrietarse si se someten a cambios bruscos de temperatura. Esto no es normal, pero puede suceder.
  • No son recomendables para cocinar a muy altas temperaturas durante largos periodos de tiempo.

Recomendaciones y consejos antes de comprar una sartén

Ahora que ya conoces todos los materiales, así como beneficios y desventajas sólo te queda elegir cuál necesitas. Si todavía tienes dudas te recomendamos que antes de elegir te plantees las siguientes cuestiones, así sabrás cuál es mejor.

  • ¿Qué tipo de cocina tengo? No todas las sartenes funcionan en inducción, gas o vitrocerámica. Asegúrate de que la tuya sea compatible.
  • ¿Voy a usarla a diario o 2 veces a la semana? Si la usas mucho, necesitas un material duradero como el acero inoxidable o el hierro fundido.
  • ¿Prefiero una sartén ligera o no me importa que sea pesada? El aluminio y la cerámica son opciones más livianas, mientras que el hierro fundido es bastante pesado.
  • ¿Qué quiero, una sartén antiadherente o prefiero aprender a cocinar sin ella? Si buscas facilidad, una sartén con recubrimiento cerámico o de aluminio antiadherente es ideal. Si prefieres algo sin recubrimiento, opta por acero inoxidable o hierro fundido.
  • ¿Estoy dispuesto a darle mantenimiento y conservarla bien si tiene película adherente o no? Algunas sartenes requieren más cuidado, como las cerámicas. Si no quieres frotar mucho igual lo tuyo son las de aluminio. 
  • ¿Cuál es mi presupuesto? Hay opciones económicas y otras más costosas, pero invertir en una buena sartén puede ahorrarte dinero a largo plazo.

Con estas preguntas en mente, podrás elegir la sartén que mejor se adapte a tu cocina, tu estilo de vida y tus necesidades culinarias. ¿Ya tienes claro cuál es la ideal para ti?

Sea cuál sea el tipo de sartén que elijas esperamos que su compra os anime para cocinar en ellas las mejores carnes y freír todo tipo de platos con los mejores aceites vegetales, en especial, el aceite de oliva virgen extra o AOVE.

Como siempre os invitamos a compartir este artículo y seguir visitando nuestro blog gastronómico donde os informamos de las noticias y artículos más saludables e interesantes del sector.

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