Cada año en España se tiran a la basura unos 2,9 millones de toneladas de comida, el equivalente al 18 por ciento de lo que compramos. Rebajar esta cifra es el objetivo de Europa y del Gobierno con la nueva la nueva Ley contra el desperdicio de alimentos 2022 que se aprobó el pasado 7 de junio de 2022.
Ley contra el desperdicio de alimentos 2022
Esta nueva norma legal es pionera en España y es que el Gobierno pretende luchar contra el desperdicio de alimentos en toda la cadena alimenticia, desde la cosecha hasta el consumidor final.
Para ello, la ley afecta tanto a restaurantes, como empresas que deben tener un plan de prevención para evitar las pérdidas conforme a esta nueva norma.
Durante el 2020 los hogares españoles tiraron a la basura más de 1.300 millones de alimentos y comida que supone una media de 31 kilos por persona. A esta cantidad le sumamos los casi 1.000 millones de toneladas de alimentos que se tiran en el mundo, según datos de la ONU.
Esta impresionante cifra supone llenar suficientes camiones con una carga de 40 toneladas que darían 7 veces la vuelta alrededor del mundo.
Reducir esta cantidad es muy importante, no solo para España y Europa, sino para el planeta ya que se calcula que más de 54 países tienen serios problemas con el desperdicio.
Lo más llamativo del asunto es que si se les pregunta a los consumidores cuánto alimento tiran a la basura, estos calculan la cifra en torno a un 4 por ciento, muy lejos de la realidad que es 4,5 veces superior.
Lo cierto es que los españoles no somos conscientes de este problema y demostramos una falta de conciencia y responsabilidad social sobre el desperdicio de alimentos.
¿Cómo funciona la Ley contra el desperdicio de alimentos 2022 y cuándo entra en vigor?
Por todos los motivos citados anteriormente, el gobierno español intenta poner medidas sobre el asunto con una Ley que establece fuertes multas para locales, establecimientos, empresas y otros lugares donde se venda o prepare comida.
La idea es evitar que los supermercados tiren las sobras y que los bares tengan bolsas y tupers para que los clientes nos podamos llevar a casa estos restos de comida y así evitar tirarlas a la basura.
Este proyecto de ley fue aprobado por el gobierno se enviará al parlamento para su aprobación y se espera que entre en vigor el próximo año, en concreto, a partir del 1 de enero de del 2023.
La normativa del desperdicio de alimentos es una iniciativa similar a la de países como Italia o Francia, entre otros.
¿Qué pretende esta nueva ley?
La ley tiene como objetivos “regular y concienciar” y “da respuesta a una necesidad social”, afirmó Luis Planas, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación que calculó en “250 euros por persona” la pérdida de dinero por tirar alimentos.
Por este motivo, la ley pretende ser “un instrumento jurídico pionero para combatir una ineficiencia en la cadena alimentaria” y que afecta económica, social y éticamente.
Las implicaciones de la nueva ley no afectarán directamente a los consumidores, sino más bien a los restaurantes y locales que tendrán la obligación de dar medios a los ciudadanos para llevarse la comida a casa de forma gratuita.
Para ello, se deberá contar con envases reutilizables o fácilmente reutilizables y facilitar llevarse las sobras de comida, excepto en los locales tipo buffé libre. Todo esto debe ser de forma gratuita y sin coste alguno para los consumidores.
Además, la ley no afectará a los comercios de menos de 1.300 metros cuadrados que no deberán tener un plan de contingencia para evitar tirar alimentos. Se pretende potenciar el envío para bancos de alimentos o la donación de los mismos.
El despilfarro de alimentos es tan común en España que no nos damos cuenta de las graves consecuencias que tiene para el medio ambiente.
¿A quién afecta esta normativa?
Las PYMES que participan en la cadena alimentaria tendrán que presentar planes para evitar el despilfarro de comida y alimentos. Las empresas y compañías que incumplan la ley podrán ser multadas con sanciones muy graves de hasta 60.000 euros y hasta 500.000 en el caso de que repitan delito.
También serán faltas leves no establecer niveles de jerarquía de los alimentos o que las industrias no donen parte de los alimentos no vendidos.
Para ello, se deberá dar prioridad a la donación y envío de alimentos antes de su fecha de consumo preferente.
Una idea original de la ley es reciclar la fruta que está muy madura y convertirla en mermeladas o zumos. Otra opción, en caso de no ser posible hacer mermeladas es usar estos alimentos para la alimentación animal o la producción de abonos y biocombustibles.
Los restaurantes y locales que ofrecen comida deben de tener disponibles recipientes reutilizables para que los clientes nos podamos llevar lo que sobra a casa. Esta costumbre poco habitual en el mercado está aumentando en los últimos años.
Si bien es cierto que el reciclaje de alimentos ha mejorado en los últimos 10 años, pasando del 21 por ciento en 2001 al 33 por ciento en 2010 todavía no es suficiente.
Un claro ejemplo sucedió con el objetivo de cumplir el 50 por ciento de la Directiva Marco de Residuos para 2020 que España no llevó a cabo, pero que pretende solucionar con esta nueva normativa.
Abordar el desperdicio de alimentos no solo se basa en aprobar una ley para locales y establecimientos, también se pretende trabajar y colaborar con diferentes componentes de los sectores públicos y privados para solucionar un problema que afecta a todo el mundo.
Y es que se estima que hasta el 70 por ciento del desperdicio de alimentos en Europa se realiza en los hogares, en cambio, el 30 por ciento se produce en el comercio minorista, locales y servicios de alimentación como restaurantes.
Abordar esta temática y evitarla es un problema conjunto de esta nueva Ley contra el desperdicio de alimentos 2022 que entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2023 y que esperamos haberos aclarado con este artículo.
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